martes, 29 abril, 2025
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El cine santafesino insiste con una ley provincial mientras afronta la paralización del Incaa

La producción cinematográfica en Santa Fe atraviesa un momento crítico. Mientras el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) mantiene paralizadas gran parte de sus actividades, realizadores y productores de la provincia trabajan desde hace años en una ley que impulse y proteja al sector a nivel local.

La situación nacional, marcada por la falta de convocatorias, los retrasos en los pagos y un escenario de incertidumbre, dejó muchos proyectos en pausa y a numerosos trabajadores sin horizonte claro. En este contexto adverso, crece la presión para que Santa Fe avance en una normativa propia que garantice herramientas de financiamiento, promoción y fomento para su industria audiovisual.

La ley provincial, que cuenta con el respaldo de distintas asociaciones del sector, busca convertirse en un salvavidas en tiempos de recorte y falta de apoyo. Para muchos, es también una oportunidad histórica.

El cine santafesino sufre los embates al Incaa

El Espacio Audiovisual Nacional (EAN), que nuclea a diversas entidades profesionales de directores/as, guionistas y productores/as de cine, presentó la semana pasada un crítico informe sobre el primer año de gestión de Carlos Pirovano al frente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Según sostuvo el comunicado, el actual director tiene «el récord histórico de cero películas argentinas aprobadas durante su gestión».

En diálogo con «Carlito y Monumento», el programa matutino de Brindis TV, la productora rosarina Ana Taleb fue contundente: «Han destruido una industria. Es una industria que da trabajo a actrices, actores, técnicos, escritores, proveedores de vestuario, de equipos, de movilidad, hotelería«. En ese sentido, subrayó: «El cine llevado a escala industrial genera una cadena de valor. Somos arte y cultura, pero también industria».

Aun así, Taleb valoró que el cine nacional sigue siendo reconocido a nivel mundial y cosechando premios internacionales. Aunque aclaró que esto se sostiene «a costa de que muchos productores ponen lo suyo para que no se caigan los proyectos».

El comunicado del EAN reveló una cifra alarmante: en 2024 la participación del cine argentino en la taquilla fue la más baja registrada, representando apenas el 2,19% del total, una caída del 60% en comparación con 2023. Cada vez se exhiben menos películas nacionales en las carteleras y la crisis de la industria se agrava. «Lo que nos queda es resistir, siempre hemos sido un espacio que logró cosas a través de la insistencia y la militancia», consideró la productora rosarina.

Ley de cine santafesino, una llave

Desde hace varios años, el sector audiovisual viene pujando por una ley provincial de cine. La paralización del Incaa reforzó la necesidad de contar con una legislación local que los ampare y les permita seguir produciendo material local. Impulsada por cineastas, técnicos y productoras locales, la iniciativa busca crear un fondo que financie películas y series, promover festivales y conservar las producciones regionales.

El proyecto de ley ingresó a la Legislatura y esperó todo el 2023 y el 2024 para ser tratado. A fines del año pasado perdió estado parlamentario, pero pronto será presentado nuevamente en la Cámara baja. «Ya hay 12 provincias en todo el país que tienen leyes propias, con el Incaa paralizado los fondos regionales empiezan a ser una respuesta», argumentó Taleb y mencionó el ejemplo de Mendoza.

Embed – EL INCAA SIN PELICULAS DESDE 2024 y LA NUEVA LEY DE CINE EN SANTA FE junto a ANA TALEB

«El objetivo es que estos fondos contribuyan a la construcción de un patrimonio audiovisual local y que las historias se cuenten con una mirada y un registro santafesino», agregó. Bajo la premisa de que Santa Fe tiene muchas historias por contar y que merecen ser vistas tanto en el ámbito nacional como internacional, insisten en la importancia de esta iniciativa.

La ley tiene tres pilares fundamentales. En primer lugar, el Fondo Provincial de Fomento a la Actividad Audiovisual, que destinaría el 80% de sus recursos a la producción de películas y series. El 10% será para la creación de un Festival Internacional de Cine en la provincia, con sedes alternas en Santa Fe y Rosario, y el otro 10% iría para la creación de una Cinemateca o Archivo Audiovisual.

«Lo cierto es que el ámbito privado no invierte ni apuesta por la industria audiovisual. Además, hay una gran campaña comunicacional de tirar abajo el cine argentino. Quienes producen son solo las grandes plataformas, si bien podemos celebrar algunos estrenos como «El Eternauta», el formato plantea un producto más homogéneo, perdiendo ciertos matices que dan la pluralidad de realizadores en el sector», analizó.

Qué es el Incaa y cómo se financia

El Incaa es un ente público no estatal que funciona en el ámbito del ex Ministerio de Cultura de la Nación (hoy secretaría), que tiene oficinas y empleados, y maneja dineros que provienen, en su mayoría, del sector privado a través asignaciones específicas. Su principal función “es promover, fomentar, fortalecer y regular la producción audiovisual”. Esto incluye, entre otras misiones, subsidiar la realización de películas y sus presentaciones en festivales. Es un ente autárquico, es decir que el gobierno nacional no define ni interfiere en sus acciones, ni debería asistirlo con financiamiento.

El Fondo de Fomento Cinematográfico (FFC) establecido en la Ley 24.377, conocida como “ley de cine” -de 1994- es la principal fuente de financiamiento del Incaa. Se integra con un impuesto del 10% sobre el precio de las entradas de cine, el 10% del precio de venta de “videogramas grabados” (como DVD’s) y el 25% de la recaudación del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), a partir del impuesto a la facturación de los canales de TV y servicios de cable, y otros ítems menores.

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Estas asignaciones específicas, que son ejemplo de fomento cinematográfico en el mundo, permiten la constitución del actual modelo de desarrollo sostenido de la industria audiovisual argentina, en el que las películas que se exhiben comercialmente financian la creación de nuevos proyectos.

Además de esta fuente de financiamiento clave, el Incaa también genera ingresos a través de la recaudación de derechos de autor y la percepción de tasas y contribuciones específicas relacionadas con el cine y el audiovisual. Esto incluye los ingresos derivados de la venta y distribución de obras audiovisuales, así como de la emisión y retransmisión de contenidos en medios de comunicación.

El Incaa también puede establecer convenios y acuerdos de colaboración con otras instituciones y organismos nacionales e internacionales, lo que puede generar recursos adicionales para financiar proyectos específicos.

La gestión libertaria en el Incaa

La gestión de Pirovano al frente del Incaa, en sintonía con la adminsitración libertaria, tiene la impronta de «motosierra». A principios del año pasado recortó 170 empleos puestos de trabajo y también redujo financiamiento para eventos de prestigio internacional como el Festival de Cine de Mar del Plata.

Además, transfirió la plataforma Cine.ar a la órbita de la Secretaría de Medios y Comunicación de la Presidencia, lo cual mantiene en suspenso los puestos de trabajo ligados a ese espacio de difusión.

Por último, la gestión actual cambió por completo el funcionamiento de salas como el Gaumont, que redujo al mínimo la proyección de cine local para, en cambio, proyectar películas extranjeras casi en su totalidad.

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