El diputado provincial Pablo Farías es una de las figuras con más experiencia dentro del socialismo. Su kilometraje político es abultado, producto de sus diferentes pasos por los Poderes Ejecutivo y Legislativo. La decisión de que ocupe el segundo lugar en la lista de candidatos a diputado nacional de Provincias Unidas sorprendió a propios y extraños, pero terminó conformando a sus compañeros de partido, que destacaron su pericia y vocación de diálogo en ese momento.
Tras su paso como convencional reformador, Farías conversó con La Capital acerca del histórico proceso político. Además, puso en valor la propuesta federal de los gobernadores, resaltó el papel de Provincias Unidas y marcó los límites políticos que tiene la alianza naciente.
Pablo Farías y la Convención Constituyente
¿Qué balance hace del texto constitucional aprobado por la Convención?
Estoy muy conforme con lo que sancionamos, tenemos una gran Constitución de avanzada que es el fruto de un enorme trabajo de consenso que se dio en el marco de la Convención Reformadora.
Cada Constitución o reforma lleva impresas las marcas de la época en la que se escribe, ¿qué cree que le aportó este tiempo a la Carta Magna?
Dejamos un fuerte sello en la Constitución en el fin de todo lo que pueden considerarse privilegios políticos. Desde suprimir los fueros parlamentarios de proceso a eliminar la reelección indefinida de todos los cargos políticos, pasando por la incorporación de Ficha Limpia como como requisito ineludible para acceder a un cargo público. Y creo que esa cuestión tiene que ver con la época que vivimos. También consideramos el impacto que, creemos, tendrá la unificación de elecciones provinciales y municipales, que se harán todas cada cuatro años, salvo algunas ciudades que quedarán con la renovación parcial de los Concejos. Eso también es una respuesta de mejor manejo de lo electoral, más eficiente y, por supuesto, más económico.
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El socialismo siempre demostró una vocación reformista, incluso llevó adelante un proceso que quedó trunco durante el gobierno de Miguel Lifschitz. ¿El texto final hace honor a las pretensiones previas que tuvo el partido?
Sí, absolutamente. En su gran mayoría. Por supuesto que, como todo proceso en el que se buscan los consensos, primero hacia el interior de Unidos y segundo con el resto de los bloques en la Convención, tuvimos que ceder, lógicamente y como todo el mundo, algunas de nuestras pretensiones. El resultado es una Constitución que nos conforma y con la que nos sentimos fuertemente identificados, pero que al mismo tiempo tiene la amplitud suficiente como para decir que es el resultado de un proceso de entendimiento y de acuerdos.
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Farías juró el viernes pasado la nueva Constitución de Santa Fe.
Foto: Archivo / La Capital.
Si tuviese que puntualizar algunos de los aportes del socialismo que provenían de las pretensiones previas, ¿cuáles mencionaría?
Respecto del capítulo de la Justicia, haber logrado la autonomía absoluta del Ministerio Público de la Acusación y del Servicio de la Defensa, tener un mecanismo de selección de magistrados y fiscales y de enjuiciamiento de los mismos.
¿Esperaba que el debate interno del frente se extendiera del modo en el que finalmente ocurrió, puntualmente en el capítulo de reformas judiciales, que fue el que más criticó a la oposición?
Nos parece absolutamente válido el debate que tuvimos. Sí lo esperábamos, porque conocemos las posiciones y las diferencias, que son la riqueza de Unidos. Nuestras diferentes visiones se logran sintetizar en una propuesta política, en una gestión en el gobierno de la provincia y en muchas administraciones de intendencias o comunas.
Ningún gobernador santafesino estuvo siquiera cerca de sentarse en el Sillón de Rivadavia. La posibilidad de tener dos mandatos consecutivos a partir de esta reforma, ¿aumenta las posibilidades de que eso ocurra en el mediano o largo plazo?
Santa Fe es una de las provincias más importantes del país. La reelección hace que quien la gobierna, naturalmente, pueda tener una proyección nacional. Seguramente, el estar dos períodos consecutivos logre que se puedan consolidar proyectos políticos y eso seguramente aumente las chances de proyectar un gobernador santafesino hacia la Presidencia.
¿Le preocupan las críticas de la oposición respecto de que la reforma se hizo únicamente para consagrar la reelección del gobernador Maximiliano Pullaro?
No nos preocupan. Siempre que se plantea una reforma constitucional, el capítulo de reelección del gobernador y el vice, inevitablemente, está. Sabíamos que esa crítica la íbamos a tener. Pero si algo quedó demostrado en el transcurso de la Convención es que ese fue un tema secundario, prácticamente, y que la mayor parte de los debates pasó por otros artículos y no por la reelección de la fórmula del gobernador.
El socialismo y Provincias Unidas
¿Qué aporta el socialismo al nuevo frente Provincias Unidas?
Fuimos pioneros de lo que hoy es Provincias Unidas. No te olvides que en 2023 apoyamos la candidatura de Juan Schiaretti y trabajamos por esa postulación en Santa Fe, con muy buenos resultados y aceptación. Fue uno de los grandes candidatos a presidente ese año, con lo cual, para nosotros es absolutamente natural estar integrando Provincias Unidas, rescatando los valores del federalismo, de la idiosincrasia del trabajo, del esfuerzo y también de la inclusión social. Valores que el socialismo levanta permanentemente. En esta coyuntura, se presenta una imposibilidad de imaginar cómo continúa el país con Javier Milei al frente, porque es un proyecto que ofrece muy poca visión de futuro. También existe una imperiosa necesidad de no volver al pasado y al fracaso de las políticas del kirchnerismo. La alternativa clara es lo que estamos buscando representar con Provincias Unidas.
¿Qué pueden aportar los gobernadores provenientes de otras identidades como el chubutense Ignacio Torres, del PRO, o el provincialista santacruceño Claudio Vidal?
Buenas gestiones. Y eso es una característica positiva de Provincias Unidas. Hablamos de gobernadores de distinto signo político pero que tienen muchas cosas en común: la defensa de los intereses del interior, de las provincias como modelo de gestión para el país y administraciones ampliamente reconocidas y apoyadas, cada uno en su territorio. Creemos que es posible gobernar distinto de cómo se hizo en el pasado, o como hicieron las gestiones del kirchnerismo, rescatando muchos valores que son imprescindibles hoy, como la eficiencia, la austeridad, pero al mismo tiempo manteniendo políticas públicas absolutamente necesarias: obra pública, salud, educación y fundamentalmente inclusión social.
Seguramente le toque integrar el Congreso desde el 10 de diciembre próximo, ¿cómo imagina el rol del bloque de Provincias Unidas en Diputados?
Primero, ojalá se dé, que la gente apoye nuestra opción. Segundo, seguramente será un interbloque muy amplio, como lo es hoy el Federal, en el cual están los diputados del socialismo. Creemos que desde ese lugar Provincias Unidas tiene que presentarse como el camino para construir una alternativa hacia 2027.
Es posible gobernar distinto de cómo se hizo en el pasado rescatando muchos valores que son imprescindibles y manteniendo políticas públicas absolutamente necesarias» Es posible gobernar distinto de cómo se hizo en el pasado rescatando muchos valores que son imprescindibles y manteniendo políticas públicas absolutamente necesarias»
¿Podrán arribar a algunos consensos parlamentarios con el peronismo?
La prioridad tiene que ser construir consensos para las leyes necesarias, independientemente de quienes terminen apoyándolas. Si identificamos leyes que son necesarias, imprescindibles e, insisto, responden a los intereses de las provincias o a los de diversos sectores de la sociedad, habrá que tener la capacidad de construir consensos más allá de la identidad política. El ejemplo más claro es lo que hicimos durante la Convención Reformadora: fuimos capaces de construir consensos muy amplios para que la mayor parte de los artículos, el 93 por ciento, fuera aprobada con mayoría de más de dos tercios. Ese es el resultado de la búsqueda de consensos.
¿En Provincias Unidas hay lugar para otros sectores del justicialismo que no son el cordobesismo y están más cercanos al kirchnerismo?
Veo muy difícil un entendimiento con el kirchnerismo. No vemos con buenos ojos la historia reciente de sus gobiernos. Es difícil que quienes no tengan un análisis y una visión crítica sobre eso puedan entenderse con quienes estamos teniendo una mirada de futuro y nos diferenciarnos claramente de esa tradición política.
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Parte de la prensa siempre ha señalado que Schiaretti se estaría posicionando con diálogo con algunos sectores empresariales para, ante una eventual Asamblea Legislativa, por renuncia del presidente o juicio político, tomar las riendas del Ejecutivo. ¿Le parece probable ese escenario?
No voy a apostar nunca a ninguna situación de desestabilización del país como se vivió en otros momentos, por ejemplo, en 2001. No estamos especulando para nada con ninguna renuncia. El presidente fue elegido por la gente y, más allá de tener muchas diferencias con las cosas que está haciendo, o que no está haciendo, fundamentalmente en términos de gestión, no apostamos a una renuncia. Esa hipótesis no merece analizarse. Hay que trabajar para que el mandato se cumpla, por supuesto, haciendo el mayor esfuerzo posible para que las cosas sean distintas.