Una marca más en la historia criminal de Sergio “El Frío” Rodríguez se registró este lunes en los Tribunales de Casilda. A un prontuario en el que destellan grandes golpes bancarios, enfrentamientos con la policía, conexiones con viejos nombres del hampa y largas estancias en prisión, el conocido ladrón de 59 años sumó una imputación por el robo de cinco vehículos levantados de la calle en esa localidad en los últimos tres meses. Implicado esta vez en delitos de hurto, quedó en prisión preventiva por tres meses.
Rodríguez pasó treinta años entre cárceles, robos resonantes y períodos en libertad. Su última aparición pública había sido siete años atrás, cuando le impusieron cinco años de condena por tirotearse con policías dos años antes frente a la que era su casa en la zona sudoeste rosarina. Esta última semana su nombre regresó del archivo de crónicas al quedar detenido por una serie de hurtos menores: cinco autos sustraídos sin violencia en Casilda. Una localidad en la que ya había incursionado en 2008 con el asalto a una mueblería que terminó de manera trágica.
Tras la pista del robo de un Renault Sandero Stepway, dos Renault Kangoo y dos Renault Clio, el fiscal Juan Pablo Baños solicitó un allanamiento el miércoles pasado en la casa donde vivía El Frío en el barrio Nueva Roma de Casilda. A esa vivienda de Fray Luis Beltrán al 4300 llegaron agentes de la Policía de Investigaciones con una orden firmada por el juez Darío Pangrazi. Secuestraron prendas de vestir y un auto Chevrolet Cruze y se llevaron detenido a Rodríguez, que pasó el fin de semana en prisión a la espera de la audiencia imputativa.
Esa instancia se formalizó este lunes en los Tribunales de Casilda. El fiscal Emiliano Ehret le atribuyó a Rodríguez cinco hechos de hurto de vehículos dejados en la vía pública, en carácter de autor. El juez Pangrazi avaló la imputación y dispuso la prisión preventiva del acusado hasta el 13 de noviembre, fecha en la cual la Fiscalía podrá pedir una prórroga de la medida si lo considera necesario a los fines de la pesquisa.
A la misma hora
Un dato curioso de los cinco hurtos adjudicados a El Frío es que los vehículos habían quedado estacionados con las llaves puestas o con las llaves de ignición colocadas; una modalidad más cercana al aprovechamiento de un descuido —o de una costumbre que aún se mantiene en Casilda— que al cálculo criminal.
El primero ocurrió el 4 de mayo a las 13.15 cuando una vecina dejó su Renault Sandero Stepway negro estacionado en Las Heras al 2400 y, al volver, constató que había desaparecido. Según la imputación, Rodríguez sustrajo el auto y escapó hacia la ruta S26 con dirección a la autopista a Córdoba.
El siguiente hecho fue el 29 de junio entre las 14 y las 15. Un Renault Clio Authentique gris fue levantado de Fray Luis Beltrán al 2400, donde había quedado con las llaves de ignición guardadas en la puerta del conductor. Al mes, el 22 de julio, otro Renault Clio desapareció de la cuadra de Remedios de Escalada al 2100. La mecánica fue la misma y según el fiscal el acusado también escapó hacia la ruta S26 minutos después de las 13.
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El 30 de julio de 2025, según la imputación, Rodríguez se apoderó de un Renault Kangoo gris que estaba estacionado fuera de la casa de su dueño en Dante Alighieri al 2500 y a las 13.25 salió por el bulevar 9 de Julio para doblar en la ruta 33 en dirección a la localidad de Pujato. Por último, el 12 de agosto a las 13.17 “se apodera legítimamente del utilitario Renault Kangoo de color gris plata” que estaba estacionado en Urquiza al 2000. La fuga esta vez fue en dirección al bulevar Lisandro de la Torre.
Prontuario extenso
El último hecho por el que Rodríguez había sido condenado fue el 1º de mayo de 2016, a las 10.30 de un domingo. Entonces se enfrentó con policías a metros de su casa de Uruguay y Valparaíso, en la zona sudoeste de Rosario. Según la versión oficial, efectivos del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar alertados por los vecinos porque se escuchaban disparos e intentaron identificar a tres hombres en la cuadra cuando apareció en escena El Frío Rodríguez, comenzó a disparar y en el tiroteo recibió dos balazos en el abdomen.
Rodríguez terminó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez y pasó varios días en terapia intensiva. Con él fueron detenidos dos hombres. Si bien su esposa planteó entonces que no existió un tiroteo y que a Rodríguez lo golpearon y le plantaron el arma, el herido terminó aceptando el relato oficial al firmar en un juicio abreviado una condena a 5 años de prisión por portación ilegal de arma de guerra y resistencia a la autoridad.
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La pena se redondeó en 12 años con una sentencia anterior por un asalto en banda a la mueblería Andreose de Casilda, ocurrido en noviembre de 2008. El atraco fue cometido por cinco ladrones con armas pesadas que fugaron en una camioneta Toyota Hilux sin patente que había sido robada. Llevaban 30 mil pesos, un televisor, cuatro reproductores de DVD y relojes. En la huida enfrentaron a tiros a un patrullero hasta que la chata se estrelló contra un acoplado en la autopista a Buenos Aires y murió uno de sus ocupantes, Néstor Fabián “Azuquita” Soto.
En su historial, Rodríguez aparece en las crónicas policiales como un cómplice de Sergio «Pata» Benedetti, el ladrón que murió acribillado por la policía en el cinematográfico copamiento al Banco Nación de Villa Ramallo del 16 de septiembre de 1999. En ese atraco se usó una pistola calibre 9 milímetros robada por El Frío meses antes al cabo Norberto Taborda en el asalto a una agencia de la EPE ubicada en Génova y Alberdi.
Oriundo de Buenos Aires, Rodríguez llegó a Rosario tras integrar un desprendimiento de la emblemática banda de Luis «El Gordo» Valor que entre los años 80 y 90 asaltó 23 bancos y 18 camiones blindados poniendo en jaque a la entonces «maldita policía» bonaerense. También estuvo imputado por el robo de medio millón de pesos que una banda de balseros-boqueteros cometió en la sucursal del banco de Santa Fe de Alberdi y Génova en 1995.