A fines de 2024, Sabrina Rojas, que fulminó a Benjamín Vicuña, decidió comenzar una nueva etapa junto a sus hijos, Esperanza y Fausto, y se mudó a una casa que no tardó en convertirse en reflejo fiel de su estilo de vida: simple, funcional, amoroso y lleno de luz natural.
La propiedad, ubicada en un barrio privado de Buenos Aires, combina comodidad, diseño cálido y espacios pensados para el disfrute en familia. A través de sus redes sociales, la actriz mostró varios rincones del hogar que comparte con los hijos que tuvo junto a Luciano Castro.
Cada publicación revela ambientes pensados hasta en los más pequeños detalles, sin lujos excesivos, pero con una marcada búsqueda de armonía: pisos de parqué brillantes, ventanales amplios, paredes en tonos neutros y una decoración que combina lo rústico con lo moderno.
Uno de los espacios protagonistas es el living comedor, donde los sillones en tonos tierra se complementan con almohadones, mantas y una alfombra clara. En el centro, un hogar a leña con campana metálica aporta calidez y protagonismo. «Con esfuerzo lo fui dejando así», comentó Rojas al mostrar la evolución de su casa.
Pero sin dudas, el playroom se llevó todos los aplausos. Sabrina remodeló por completo uno de los ambientes para convertirlo en el cuarto de juegos perfecto para sus hijos. Alfombras suaves, muebles funcionales, libros y objetos decorativos amigables para niños fueron elegidos con cuidado.
Cada detalle parece pensado para estimular la creatividad, el juego libre y el vínculo entre hermanos. El jardín también ocupa un rol clave en la rutina de la familia. Allí, rodeada de vegetación, plantas y un jardín vertical con tarimas de madera, Sabrina encuentra su lugar de descanso y sus hijos, un espacio libre para jugar.
La pileta, las reposeras blancas y los sillones de mimbre completan el cuadro ideal para los días de sol. Uno de los momentos más comentados en redes fue cuando Rojas compartió una imagen de su primera mañana en la nueva casa.
Una mariposa se había posado dentro del living. “Hoy es la primera vez que despierto en mi casita nueva y ella estaba ahí”, escribió emocionada. Y agregó: “La presencia de una mariposa dentro de la casa podría relacionarse con un presagio de cambios personales y crecimientos personales”.
En su nuevo hogar, Sabrina Rojas eligió priorizar lo esencial: espacios amplios, calidez en los detalles y rincones pensados para sus hijos. Una casa que, sin opulencias, refleja un momento de reconstrucción, amor propio y familia.