El crimen ocurrido este lunes en 27 de Febrero al 7800, frente al Centro Penitenciario Rosario, es el tercero en doce días registrados en ese punto de la zona oeste. Las víctimas de los dos hechos anteriores eran parientes entre sí y se investigan como parte de un mismo conflicto. En este nuevo caso el punto en común con los otros es que el hombre asesinado también tenía un familiar preso.
Omar Rodrigo Báez fue asesinado a tiros a las 22 del lunes en la puerta de un pasillo ubicado al final de la avenida 27 de Febrero. Fue frente al complejo penitenciario en el que horas después estuvo el gobernador Maximiliano Pullaro para supervisar el traslado de presos que estaban alojados en comisarías. A Báez, que tenía 47 años y vivía en el pasillo, lo mató un hombre que llegó en moto y le disparó al menos cuatro veces.
Unos días atrás, el 18 de junio, a pocos metros de ahí había sido asesinado Hernán Darío Martínez, de 33 años. El hombre era pariente de Kiara Chávez, la joven de 23 años que el 11 de junio fue ultimada de un disparo en la cabeza en Julio Vanzo al 8100, a pocas cuadras de ese lugar, mientras estaba con su beba en brazos y en compañía de otra menor. Señales suficientes para suponer que algún conflicto estalló en ese punto del extremo oeste rosarino.
El crimen
Los testigos relataron una secuencia previa al asesinato de Omar Rodrigo Báez. Estaba con uno de sus hijos y otra persona en la puerta del pasillo cuando un hombre que llegó en moto comenzó a dispararle. En ese marco apareció en escena otro individuo que iba en bicicleta y luego del ataque abandonó el rodado para escapar a las corridas.
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El hijo de Báez que presenció el ataque cargó a su padre en un auto y lo llevó al Policlínico San Martín. Allí los médicos le diagnosticaron una herida de bala en la cabeza con pérdida de masa encefálica. Explicaron que tuvo un paro cardíaco y que pudieron estabilizarlo, pero minutos después el hombre murió.
En el lugar del crimen los peritos de la Policía de Investigaciones levantaron 4 vainas calibre 9 milímetros y secuestraron la bicicleta playera que descartó el hombre que huyó y sobre el cual no se sabe si tuvo alguna participación en el homicidio. La investigación quedó a cargo del fiscal Patricio Saldutti.
Un contexto familiar
En los archivos judiciales Omar Rodrigo Báez figura por una detención de abril de 2023 en el domicilio ubicado a metros de donde fue asesinado este lunes. En esa ocasión quedó demorado en una causa por extorsión, en la que figuró como dueño de la línea telefónica desde la cual se había cometido el fraude.
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Pero los vínculos de Báez con el entorno violento que pudo estar relacionado a su asesinato también alcanza a sus familiares. Uno de sus hijos está preso y según investigaciones aparece como organizador de la venta de drogas al menudeo en la zona de 27 de Febrero al 7800. Parte de ese contexto se conoció por las conversaciones que había en los teléfonos secuestrados en la causa por la extorsión, en la que también estaba involucrada la pareja de Báez.
“Vos antes vendías droga para mí. A mí me faltan como tres años, tengo que rebuscármela para hacer plata”, le dijo en aquel entonces un hijo de Báez a una de las personas con las que solía hablar. En otras conversaciones aparecían comentarios sobre otras bandas delictivas de la ciudad y posibles conflictos: «Ellos se quieren hacer los dueños del territorio y no son nada. Cuando tiren un tiro les voy a hacer matar hasta el perro”.
Asesinatos recientes
Los otros dos homicidios recientes se investigan como parte de una misma trama dado que las víctimas eran parientes. También aparece un posible contexto relacionado al narcomenudeo, dado que el pasillo de 27 de Febrero al 7800 donde ocurrió uno de los crímenes es un territorio en conflicto por la venta de drogas.
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Hernán Darío Martínez, de 33 años, fue asesinado el 18 de junio por un hombre que se metió al haciéndose pasar por un conocido. En ese mismo lugar a mediados de mayo fue parcialmente desarticulada una banda de transeros que respondía a las órdenes de Jésica «Fea» González, una mujer que para la Justicia continúa operando para su ex pareja Claudio «Morocho» Mansilla, también preso por narcotráfico y homicidios.
Martínez estaba en pareja con la suegra de Kiara Chávez, la joven que días antes había sido asesinada a pocas cuadras de distancia, del otro lado del Complejo Penitenciario Rosario, en Julio Vanzo al 8100. El 11 de junio bajaba de un remis con su beba y otra menor cuando fue sorprendida por un hombre que la mató con un disparo en la cabeza.