El primer juicio por jurados en la provincia de Santa Fe llega a su fin con un veredicto unánime que genera polémica. Había un pedido de prisión perpetua para un hombre que había matado a la nueva pareja de su expareja pero consideraron que actuó bajo emoción violenta, por lo que pronto quedará libre.
El proceso comenzó el 9 de junio y tuvo como escenario los Tribunales de San Cristóbal, donde se dirimió la situación de Rubén Alberto Ulrich, un productor agropecuario que en enero de 2023 mató de un escopetazo al policía Franco Gonzalo López, quien mantenía una relación sentimental con su expareja. En la misma acción, el imputado causó heridas leves a la mujer y daños a un móvil policial estacionado frente a la casa de la víctima. Ulrich llegó a la que sería la escena del crimen acompañado por uno de sus hijos, según se determinó en la instrucción de la causa.
En un fallo dictado por unanimidad, los doce integrantes del jurado resolvieron que Ulrich era culpable del delito de homicidio bajo emoción violenta, que se sanciona con pena de entre 1 y 3 años de prisión; lesiones leves no intencionales, daños y portación ilegal de arma de fuego. Siguiendo con el cronograma previsto en este tipo de procesos, el lunes próximo, a partir de las 9, se llevará adelante la audiencia de cesura, en la que el juez Nicolás Stegmayer deberá establecer la pena que le corresponde cumplir a Ulrich por esos delitos.
Fuentes judiciales señalaron a La Capital que Ulrich llegó al debate con prisión preventiva efectiva desde el día en que cometió el asesinato, es decir privado de la libertad un año y medio, y ese tiempo será computado como parte de la pena que pudieran darle oficialmente el lunes.
>> Leer más: Arrancan los juicios por jurados en Santa Fe: cuál es el caso sobre el que deliberarán
De todas maneras, tras conocerse el veredicto del jurado sus defensores, Claudio Torres Del Sel y Federico Scarinci, solicitaron la excarcelación de su cliente, algo que fue aceptado por el juez pero con restricciones hasta que se conozca la penal a aplica. Ulrich llegará en libertad a escuchar la imposición de pena y se cree que en base al tiempo que estuvo en prisión preventiva se le concedería la libertad condicional porque está casi cumplida la pena que establece el Código Penal.
Qué pidió la Fiscalía
El flamante sistema de juicios por jurados populares, que se irá aplicando gradualmente en todos los departamentos de la provincia, planteó en esta primera edición una controversia jurídica entre la postura de las fiscales del caso, Silvina Verney y Hemilce Fissore, y lo que finalmente resolvió el jurado popular.
juicio por jurado 2.jpg
Periodistas, funcionarios y público en general pudieron seguir el juicio por jurado en un SUM de los tribunales de San Cristóbal.
Las representantes del Ministerio Público de la Acusación consideraron a Ulrich como autor material de un homicidio calificado por haber sido cometido con el propósito de causar sufrimiento a su expareja y de lesiones agravadas por ser infligidas en contexto de género. Además, sumaron la cuestión de los daños y la tenencia ilegal de arma de fuego de usos civil. Por todos esos reproches penales, la única sanción que correspondía era prisión perpetua.
>> Leer más: Juicios por jurados en Santa Fe: «No hay ningún motivo para que la ciudadanía no forme parte del poder judicial»
Por su parte, Del Sel y Scarinci no pusieron en duda la autoría del crimen en manos de Ulrich, pero expresaron que su cliente actuó bajo emoción violenta y que en ningún momento su intención fue matar a López.
Y esto último fue lo que consideraron los miembros del jurado al dictar la condena: homicidio pero con el atenuante de la emoción violenta. «Son los riesgos que se corren ante un jurado popular que desconoce de temas jurídicos, y tanto la Fiscalía como la defensa tienen que convencerlos de sus posturas. Evidentemente, en este caso aceptaron más los fundamentos de la defensa», destacó a este diario una fuente judicial que siguió de cerca esta primera experiencia de enjuiciamiento. Y aclaró también: «No se discutió la autoría del homicidio sino el porqué o el cómo». Tras conocerse la pena impuesta al acusado, quedará una etapa de revisión ante la Cámara Penal.
«El fallo es apelable, pero no en cuanto a la culpabilidad ni los delitos, sino en cuento a la pena que imponga el juez. La cuestión del homicidio por emoción violenta ya la dictaminó el jurado popular», destacó el vocero.
Cómo fue el asesinato analizado por el jurado
El crimen que fue analizado en el primer juicio por jurados sucedió en la pequeña localidad de Monigotes, ubicada en el departamento de San Cristóbal, a unos 340 kilómetros al noroeste de Rosario. La madrugada del 17 de enero de 2023, poco después de la una. La expareja de Ulrich vivía en un establecimiento rural tras la interrupción de ese vínculo y mantenía una relación con López, quien en ese momento era el comisario del pueblo.
La investigación del caso demostró que el productor agropecuario se trasladó hasta ese lugar en una camioneta Chevrolet en compañía de su hijo adolescente. Llevaba consigo una escopeta marca Centauro calibre 28, pero no tenía autorización legal para tener o portar armas. Al llegar a ese lugar, Ulrich se encontró con que el móvil policial asignado a la comisaría de Monigotes estaba estacionado allí. Entonces, efectuó un disparo contra el vehículo, dañándolo en el lateral izquierdo, a la vez que comenzó a insultar a López y lo desafió para que saliera de la casa.
De acuerdo con la reconstrucción que se realizó durante el proceso judicial, el imputado se dirigió luego a la parte trasera de la vivienda y, a través de una ventana, disparó contra López. El policía sufrió heridas en abdomen y tórax, y las perdigonadas también hirieron a la mujer que estaba al lado de la víctima. La gravedad de las heridas que sufrió el efectivo motivaron su derivación de urgencia a un centro médico de Rafaela donde falleció poco después. Ulrich fue detenido ese mismo día y ahora se encuentra a un paso de cerrar sus cuentas con la Justicia.