El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, reiteró este sábado su preocupación por la realidad que atraviesan millones de jubilados en Argentina, a quienes definió como parte de los sectores “más frágiles” de la sociedad. En la previa de Pascuas, sostuvo que la falta de haberes “dignos” constituye una «deuda social y moral” que arrastra el país hace años.
«La fragilidad en nuestra sociedad está en los niños que viven situaciones difíciles en sus casas, está en los presos, está en los enfermos, está en los abuelos, en cada sector social frágil: también, los jubilados«, manifestó en una entrevista radial. Además, insistió en que el sistema previsional argentino “no les permite siquiera comprar los remedios” después de haber “aportado durante años con su trabajo”.
En este sentido, afirmó que los jubilados “no son descartables” al referirse a los bajos haberes, cuyo mínimo hoy se encuentra en $296.396. “Una jubilación digna es parte de no hacerlos descartables, es parte de lo que significan sus derechos, que también está bueno que recordemos. Esto es una deuda, me parece que el tema de la jubilación es una deuda social y moral de la Argentina desde hace muchísimos años”, expresó en diálogo con radio Mitre.
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García Cuerva le lavó los pies a doce jubilados y reclamó mejores salarios para los adultos mayores
A lo largo de sus declaraciones, García Cuerva también hizo un llamado al diálogo y al encuentro social, en un momento marcado por una creciente confrontación entre toda la dirigencia política. “El papa Francisco habla siempre de la cultura del encuentro, de tender puentes. Creo que los argentinos nos merecemos esa oportunidad”, sostuvo.
Asimismo, definió a esta polarización como una «herida» que duele en la sociedad, pero que a la vez genera esperanza de «cicatrización». Finalmente, también rechazó la escalada de agresiones verbales en el debate público, sin mencionar directamente a ningún político. “Es clave que empecemos a tratarnos bien, por lo menos con respeto, con cordialidad. Tratemos de evitar la descalificación, la agresión verbal, que nos lleva también a la violencia”, señaló.
El Arzobispo de Buenos Aires le lavó los pies a jubilados en la previa de Pascuas
En el marco de la Semana Santa, el arzobispo participó del tradicional lavado de pies del Jueves Santo, una ceremonia que este año tuvo como protagonistas a doce jubilados. El gesto se llevó a cabo en la parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati y fue acompañado por una fuerte crítica a la situación social que atraviesan los adultos mayores.
Allí, García Cuerva encabezó la celebración principal, acompañado por miembros de la Familia Grande Hogar de Cristo. En su mensaje, se mostró crítico con la gestión actual y, con respecto a los jubilados, puntualizó: “Queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan”.
La actividad fue organizada junto a los curas villeros y sacerdotes de barrios populares, y se llevó a cabo bajo el lema “A los pies de nuestros abuelos”. En su mensaje, el cardenal reclamó una jubilación que permita les “descansar con dignidad tras una vida de trabajo”, a la vez que citó a referentes eclesiásticos como los arzobispos Ángel Sixto Rossi y Marcelo Colombo. El papa Francisco también apareció en el discurso.
Jorge García Cuerva convocó a una misa por la salud del Papa: «Francisco necesita que recemos por él»
Más temprano, García Cuerva encabezó la Misa Crismal en la Catedral Metropolitana, donde también dejó definiciones políticas. Allí pidió “fortalecer la unidad nacional” frente a la “realidad compleja y desafiante” del país. “Démosle el dominio político al corazón”, propuso, en un mensaje dirigido a toda la dirigencia.
La misa fue acompañada por más de 400 personas y estuvo marcada por una peregrinación previa desde la parroquia San Ignacio de Loyola hasta la Catedral, pasando por la Casa Rosada. García Cuerva cerró la jornada instando a los argentinos a sentarse en una misma mesa y construir políticas de Estado que mejoren la vida de los más vulnerables.
RV / Gi